Riesgo implícito actual

Hasta que una vacuna se muestre eficaz y el grado de la misma frente al COVID-19 y se encuentre en su momento de plena circulación, los nuevos brotes de virus y los cierres adicionales siguen siendo un riesgo permanente.

Solo en ese momento, el COVID-19 dejará de representar un riesgo importante para los sistemas de salud y la economía global.

Desde el mercado hay consenso en que la disponibilidad a gran escala de dicha vacuna se alcanzará en 2T21, lo que supondría que la normalización de la actividad social podría alcanzarse plenamente en el 3T21, abriendo el inicio al ciclo de recuperación hacia la consecución, posiblemente a lo largo de 2022, de los niveles de crecimiento de PIB prepandémico.

Hasta ese momento, las economías desarrolladas y emergentes, verán condicionadas sus posibles brotes de dinamismo a las restricciones a la actividad económica.

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