Impuestos 2020. Ajustes al alza globalmente.

Llegarán nuevos impuestos sobre la riqueza que se aplicarían a los hogares más ricos del país? Impuestos progresivos que podrán aumentar la carga sobre los hogares más ricos?

El objetivo de una mayor presión fiscal, aumentar los ingresos públicos para financiar nuevos programas gubernamentales y al mismo tiempo, reducir la desigualdad de riqueza, contribuyendo a una mejor distribución de los recursos.

Ante esta disyuntiva, se hace necesario que los inversores tomen medidas inmediatas destinadas a diversificar su patrimonio a través de tratamientos fiscales para protegerse contra un sistema de impuestos cambiantes globalmente.

Los impuestos tenderán a ser más altos en el futuro. No hay muchas otras opciones viables para administrar la deuda y el déficit de los países, y aunque los impuestos no son populares, son más atractivos que las devaluaciones encubiertas de la moneda o el incumplimiento del pago de la deuda o del servicio de la deuda.

Además, es muy poco probable que unos recortes en gastos puedan implementarse sin un recorte y/o reforma significativa de los derechos adquiridos de los ciudadanos, una perspectiva que se considera peligrosa para las carreras de los políticos.

Además, una gran parte de los gestores de la administración pública, están a favor de políticas que requerirán un gasto público marcadamente mayor.

Todo lo anterior, confirma una perspectiva de impuestos más altos.

Para España, hay que añadir un aspecto negativo de partida, el contribuyente español iniciará esta posible nueva andadura, con una carga tributaria relativamente alta en comparación con sus pares internacionales. Exactamente de un 40,7% de los ingresos antes de impuestos, versus el 36,1% del promedio de la OCDE .

La futura mayor carga tributaria, podría presentarse a través de diferentes formatos:

  • Una nueva política, no eximente o menos acomodaticia, de impuestos sobre el patrimonio y donaciones. Actualmente es un formato recaudatorio en desuso globalmente. Según este informe de la OCDE , solo cuatro países aplicaron un impuesto sobre el patrimonio neto en 2017, frente a 12 en 1990.
  • Un aumento del impuesto sobre el valor añadido (IVA). Profundamente impopular entre los votantes y regresivo (con un efecto negativo directo sobre las rentas más bajas), por lo que de establecerse una revisión de los tramos, se haría en combinación con otro paquete de impuestos más progresivos.
  • Aumento de los tipos aplicados a las ganancias de capital y/o mayores tipos marginales del impuesto sobre la renta. Esto podría generar una cantidad sustancial de ingresos y al mismo tiempo, representa la opción política más factible.

La flexibilidad en la planificación, clave en este entorno

En estas condiciones, los inversores tienen diferentes alternativas para administrar sus obligaciones tributarias cumpliendo al mismo tiempo sus objetivos financieros y estas son, construyendo estrategias más efectivas de ahorro y jubilación, que integren el componente de una alta flexibilidad, en contraposición de aquellas otras estrategias tradicionales basadas en la previsión precisa de las tasas impositivas.

Una alternativa la supone el ahorro a través de cuentas gravables, de impuestos diferidos o exentas de impuestos, combinadas con una estrategia dinámica de «desinversión » en el momento de la jubilación, con el objeto de gestionar más eficazmente las obligaciones fiscales sin comprometer los objetivos financieros ante cambios en los tipos impositivos esperados.

Las estrategias de aplazamiento de impuestos, pueden agregar valor, incluso si se está convencido de que las tasas impositivas no aumentarán en el futuro.

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