EURUSD de nuevo en los 1,13. Trump y la reversión de su modelo

2 semanas atrás, hablábamos de la oportunidad que suponía tener un euro frente al dólar en los 1,08 y que las previsiones por fundamentales lo proyectaban hacia los niveles de 1,13 a mediados de año y de 1,19 a finales de 2020.

parece que la dinámica de los acontecimientos, acelerada por el coronavirus y su efecto imprevisible en EEUU, un país sin seguridad social, que acaba de dotar un presupuesto de 7.000 millones de euros al cambio, una minucia si se compara con el presupuesto que supone estructurar un modelo de seguridad social como los que existen en Europa, puede precipitar al país a una situación imprevisible, que en el caso extremo se convierta en insostenible, económicamente, por lo que supondría de colapso de actividad y crisis sanitaria y políticamente, al encontrarse inmersa en un período electoral.

Una potencial pérdida de las elecciones para TRUMP, consecuencia de una ineficiente gestión del «efecto coronavirus», frente al «perfecto candidato» (ortodoxo) alternativo demócrata, Joe Biden, resurgido en las primarias, precipitaría en este contexto una primera medida inmediata, la revisión del programa de seguridad social en el país, con un efecto transversal de dimensiones imprevisibles sobre el modelo económico y financiero americano (presupuestario y de déficit por cuenta corriente). 

El efecto directo sobre el dolar de este potencial escenario, es el de la tendencia a la depreciación.

El adicional recorte de las tasa de referencia de la FED (Reserva Federal) en -0,5%, ha venido a reducir la ventaja del carry (rendimiento) de la moneda estadounidense frente al resto de divisas, entre otras el euro, penalizando el atractivo de esta.

Al mismo tiempo, estas iniciativas monetarias, deben tender a dinamizar la economía global, favoreciendo a aquellas regiones orientadas de manera pro-activa a la exportación y con economías abiertas que favorecen el libre comercio. Este es el caso de la Eurozona, más dependiente de la evolución de la economía China que EEUU, pero que en el caso de que esta recupere su dinamismo, deberá encontrar regiones que reemplacen los vínculos perdidos con EEUU, ahí Europa puede ver revertirse el efecto desde negativo a positivo. 

Además, los mercados de crédito pueden sobre reaccionar ante un empeoramiento precipitado de las perspectivas de la economía de EEUU.  Las carteras de activos y de crédito en Suiza y la Eurozona, reaccionarían reasignando la excesiva ponderación que mantienen en activos en dólares como consecuencia de sus mejores rendimientos, hacia otras monedas, esencialmente euros. Un caso similar ocurriría con sus correspondientes inversores en EEUU, diversificando globalmente.

El dólar sigue sobre valorado y no ha descontado en la medida necesaria el riesgo electoral de Estados Unidos.

Haciendo un balance político del contexto económico actual, donde casualmente el hecho de que el coronavirus haya surgido en CHINA aporta un grado añadido de suspense, puede decirse que Trump tiene «en su propio tejado» las consecuencias  potencialmente devastadoras de una política imprevisible y heterodoxa, implementada a partir de una dinámica de series de twitts, que ha empobrecido, debilitado y atemorizado al mundo en su conjunto disfrazada del eslogan «america first» y donde la excepción parecía haber sido hasta ahora los EEUU. 

 

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