Coronavirus, fulminante del fin del nacionalismo y de la globalización.??

Resulta interesante en un momento como el hoy, en el que disponemos involuntariamente de tiempo neutro para hacer valoraciones más concienzudas que las que la dinámica de la habitual rutina diaria nos permite generalmente realizar o permite ver, poder por ejemplo, caer en la cuenta de estándares contemporáneos mutados con slogans o acepciones que han intentado hacer de ellos nuevas realidades, cuando solamente resultan ser los mismos estándares inamovibles, que se repiten y a los que tenemos perfectamente identificados.

Y aunque sin distraerse de la sensación de tension vital que genera un escenario como el actual, Leyendo a Žižek, Slavoj. (2020). Pandemic! Covid-19 Shakes the World, personaje controvertido donde los haya, uno se sorprende al encontrarse escondido en su texto, el fundamento y la esencia del comunismo vinculado con el propio sentimiento racional de autodefensa de estados y ciudadanía, frente a una amenaza como la actual del coronavirus.

Valga este pequeño fragmento de su libro, en el que uno llega a sumergirse en la racionalización de que el trasnochado comunismo que muchos de nosotros siempre hemos denostado, subyace como fundamento de la dinámica que se genera con la búsqueda de la defensa de esta propia supervivencia. Puede ser esto por lo que Trump defiende su modelo neoliberal a consta de sobreexponer a sus ciudadanos, diferenciarse de este parámetro? Lo que sí parece que se produce, es un choque de modelos. Al menos el del estado del bienestar y el neoliberal. No deja de ser paradójico. Veremos, confío, cómo termina todo esto.

Las epidemias de coronavirus no solo señalan el límite de la globalización del mercado, sino que también señalan el límite aún más fatal del populismo nacionalista que insiste en la soberanía estatal completa: ¡Se acabó “América (o quien sea) primero”! ya que Estados Unidos solo se puede salvar a través de la coordinación y colaboración global. Aquí no soy utópico, no apelo a una solidaridad idealizada entre las personas. Por el contrario, la crisis actual demuestra claramente cómo la solidaridad y la cooperación globales están en el interés de supervivencia de todos y cada uno de nosotros, cómo es la única cosa egoísta racional que se puede hacer. Y no se trata solo de coronavirus: la propia China sufrió una gigantesca gripe porcina hace meses, y ahora está amenazada por la posibilidad de una invasión de langostas. Y, como Owen Jones ha señalado, la crisis climática está matando a muchas más personas en todo el mundo que el coronavirus, pero no hay pánico al respecto.

Entonces, nuevamente, la elección que enfrentamos es: barbarie o algún tipo de comunismo reinventado.

Y digo yo, o solo se trata de nuestro estado del bienestar?

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