2022. Perspectivas. Estrategia de cartera

03.01.22

Tras 2 años determinados por interrupciones, pérdidas, bloqueo y reapertura, iniciamos un nuevo año 2022 por descubrir.

Las perspectivas más fundamentadas del mercado anticipan un año de dos mitades. Un primer semestre determinado por crecimiento e inflación elevados con oportunidades para cíclicos USA y Eurozona. El crecimiento global se vea impulsado de nuevo hasta niveles del 4,9% por la reapertura económica, la reducción del exceso de ahorros y la reposición de existencias comerciales.

Será momento para los mercados desarrollados frente a los emergentes.

Un segundo semestre con menor crecimiento e inflación, con retorno a una confirmación de tipos de interés, rendimientos y diferenciales bajos, que requerirán pensar de manera creativa para encontrar rentabilidades. El crecimiento se moderará hasta un 3,5% consecuencia de unos ahorros agotados, la flexibilización cuantitativa reducida y la reapertura económica completa.

Momento relativamente más favorable a los mercados emergentes respecto a los mercados desarrollados con diferenciales que pueden alcanzar el punto y medio (1,5 puntos).

El sector de la salud, relativamente defensivo, es una buena alternativa en un contexto como el que se descuenta. Carbono neto cero y disrupción tecnológica (IA, big data y ciberseguridad) seguirán como en 2021, confirmándose en 2022 como las mayores tendencias de inversión de la década e inversiones de oportunidad.

 

La inflación

Desde 2008, no se había registrado un tensionamiento de los precios al alza como ha ocurrido en 2021, con las consiguientes preocupaciones sobre su incidencia en gasto, tipos de interés y beneficios empresariales (márgenes).

Las perspectivas de base del mercado son de que la inflación caerá desde los niveles actuales y a lo largo de 2022, dando soporte al mercado de renta variable.

Donde hay que buscas las causas de esta inflación:

Desajustes entre oferta y demanda

Un considerable aumento extraordinario en la demanda de bienes que ha superado la capacidad de la oferta, agravado por los cuellos de botella y las interrupciones en la cadena de suministro a consecuencia dela pandemia.

Ya se han observado ajustes de normalización en viene que encabezaron los primeros repuntes de precios, como automóviles usados ​​y la ropa. Lo que permite sostener la perspectiva de que la normalización llegará a lo largo de 2022.

Precios de la energía

a medida que se ponga en funcionamiento nueva capacidad de producción los precios de la energía tenderán a estabilizarse, relajando la tensión al alza sobre la inflación y la baja sobre el crecimiento.

aspectos como la evolución de las temperaturas en invierno y la política climática (que no tensiones las fuentes de energía), podrán condicionar el ritmo de los ajustes a la baja en los precios de la energía.

La presión salarial

La reapertura económica ha generado un fuerte impacto sobre la demanda de mano de obra, reprimida a consecuencia de la pandemia. Más de 30 millones de personas renunciaron a sus puestos de trabajo en los EE. UU. Y se estima que  la fuerza laboral de EE. UU se ha reducido en unos 5 millones de personas. La consecuencia, tensiones al alza en los salarios.

El retorno de los trabajadores al mercado laboral, deberá relajar estas tensiones sobre los salarios.

Los mercados anticipan que la inflación caiga en los EE. UU desde el actual 6,5% hasta el 1,8% a finales de 2022. Del 4,1% al 1,2% en la zona euro y que aumenten modestamente del 1,5% al 2,3% en China.

Estas previsiones nos permiten configurar un marco de oportunidades y timings de inversión por región, al igual que los efectos y comportamiento de sus respectivas monedas.

 

Cartera 2022

En un entorno de menor crecimiento, los temáticos, las acciones defensivas, incluida la atención médica, los bonos soberanos de larga duración y el dólar estadounidense (como base de inversión), podrían mostrar un mejor rendimiento. .

Riesgos 

 

  • Prolongación en el tiempo y en la intensidad de las interrupciones de la cadena de suministro, provocando el sostenimiento de unos precios elevados de la energía y de los costes salariales que se trasladan a los precios al consumidor, lo que debilita la demanda.
  • Una prematura sobre reacción de los bancos frente a la inflación.
  • Una recesión significativa en el mercado inmobiliario Chino que afecte a su crecimiento y a su capacidad de motor global. Especialmente frente a los emergentes.
  • Nuevas mutaciones de cepas más agresivas y contagiosas/mortales de COVID-19 debido o un debilitamiento de las vacunas, que incidan sobre los niveles de actividad y de utilización de la capacidad globales.
  • Tensiones entre EEUU y Rusia por la situación en Ucrania o entre Estados Unidos y China por el comercio mundial, o relacionadas con el programa nuclear de Irán que puedan afectar al suministro o los precios del petróleo.

 

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